Opinión de Locuras Cuerdas, por Jorge Chávez. Ucronía contrafactual.
No leas esta columna apreciado lector o hazla bajo tu propio riesgo.
¿Y qué carajos es ese concepto dominguero del título de la presente columna? Viola flagrantemente el principio de la vulgarización del propagandista nazi Joseph Goebbels quien aludía a la facilidad de comprender toda propaganda política. Lo enunciaba puntualmente de la siguiente forma:
“Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. Hasta ahí la cita.
Debo reconocer que yo sería el peor alumno de Goebbels, muy seguido me dicen los pocos que me leen que seguido deben acudir a un diccionario para entender las palabras que plasmo en mis columnas. Halago o critica, sueño con ampliar el léxico de quienes se toman el tiempo para atender mis narrativas.
Sesudo lector, permíteme ponerme en versión “pontificar” y decirte que la ucronía es lo que podemos llamar historia alternativa, un género literario que se caracteriza porque la trama que nos ocupa transcurre en un mundo desarrollado a partir de un punto en el pasado en el que algún acontecimiento histórico sucedió de forma diferente a como ocurrió en realidad.
Se da mucho en estos días, a punto de ingresar las nuevas administraciones, y en aquellos políticos y ciudadanos que no ven bien su futuro con los declarados ganadores por los tribunales respectivos y juegan en su mente haciéndose planteamientos de cómo hubiera sido su vida si otro hubiera ganado, es también conocido como planteamientos contrafactuales.
Estos últimos, las teorías contrafactuales, son una variante de las ucronías, pues así se denomina a todo acontecimiento o a toda situación que no ha sucedido en el universo actualmente observable por la investigación humana, pero que podría haber ocurrido y lamentablemente para muchos no ocurrió.
A propósito, el Tribunal Electoral de Tamaulipas, TRIELTAM, confirmó este viernes 16 de agosto el triunfo de Carlos Peña Ortiz como alcalde reelecto en Reynosa, Tamaulipas, quien fue el candidato más votado en la historia de Reynosa y de todo Tamaulipas; las ucronías o planteamientos contrafactuales del PAN en Reynosa se quedaran justamente en eso, situaciones anheladas que no encontraron lugar en la realidad, felicidades al ganador.
Las ucronías o planteamientos contrafactuales se dan mucho en las relaciones amorosas que pudieron ser y no fueron. Me asombra y admiro a quienes tienen la valentía de anunciar sus relaciones amorosas en redes sociales, es más debo decir que hasta me preocupo por el miedo a que dichas relaciones se acaben pues la pregunta que flota en mi yo morboso es si tendrán la atención para quienes les dimos “like” cuando su relación era melosa, de avisarnos en sus respectivos muros que se acabo el amor.
Es una desconsideración no decir nada, porque uno se queda con el pendiente al dejar de ver las fotos melosas con expresiones tan dulces que casi nos llevan al coma diabético y al final solo tenemos que deducir que se rompió la relación porque ya no vemos sus fotos de amor perfecto.
Por otro lado, vienen los tiempos de los cierres de las administraciones con los procesos de entrega recepción y los informes de los alcaldes salientes, llama la atención la llegada de Mónica Villarreal Anaya, hermana del gobernador Américo a la alcaldía de Tampico, altas expectativas.
Y en ese mismo tenor, Mario López está a punto de ser diputado federal, Beto Granados a punto de ser alcalde de Matamoros, Víctor García y Elvia Eguía están a punto de ser diputados locales como lo seguirá siendo Isidro Vargas, a ellos la realidad les sonríe, veremos la Historia que escribirán como protagonistas de la política que les ha tocado vivir.
Querido y dilecto lector, debo concluir que la utopía del amor o la política nos lleva a la ucronía de sus argumentos.
El tiempo hablará.
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