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Opinión de Jorge Chávez: Damaso Anaya. El humanismo de la UAT.

  • locurascuerdas1
  • 8 abr
  • 5 Min. de lectura

Opinión de Jorge Chávez: Damaso Anaya. El humanismo de la UAT.




Salimos a las siete de la mañana, hora local de Matamoros, Tamaulipas, el amanecer del lunes 7 de abril era fresco, agradable, llegamos al punto de salida con los directivos de la Facultad de Medicina liderados por su director el doctor Pedro Mendoza Muzquiz y un grupo estrecho de colaboradores. Salimos a tiempo con la grata idea de que por la diferencia de horarios teníamos una hora a favor.


La parada obligatoria para calmar la tripa de las hambres matutinas fue en “Los 4 vientos” en el punto geográfico conocido como “El Encinal” donde degustamos el típico machacado con huevo, ahí pudimos saludar a personas que se dirigían también al informe rectoral del Medico Damaso Anaya. Terminamos nuestro desayuno y continuamos el trayecto a la capital.


La cita fue en el Gimnasio Multidisciplinario de la UAT en Ciudad Victoria; todo dentro del campus de la máxima casa de estudios tamaulipeco irradiaba la típica parafernalia de un evento especial universitario, muchos estudiantes, mucha gente invitada entre diputados, titulares de presidencias municipales, Secretarios del gobierno de Tamaulipas, autoridades académicas y administrativas de diferentes escuelas, una banda de carnaval y un sinfín de recepcionistas encargados de hacernos a los invitados la llegada más amena y accesible.


Pude llegar con suficiente anticipación que me permitió ser testigo presencial de la evolución gradual del ánimo de los estudiantes, aquello era el primer informe de su Rector, era su fiesta y no escatimarían su entusiasmo ni su euforia propios de su juventud, divino tesoro, de tal forma que previo al mismo informe aquello fue un concurso que les demandaba creatividad para emitir porras entre las diferentes instituciones universitarias, debo reconocer que me contagiaron de su animosidad, trajeron a mi memoria mis días universitarios y la nostalgia me embargó gratamente el momento.


A la par de estas señales de juventud universitaria se llevaba a cabo en un edificio adjunto al gimnasio la reunión previa de la asamblea universitaria que le daba formalidad y legalidad al ya mencionado informe rectoral del Médico Damaso Anaya, mientras que la característica voz en off de Tranquilino saludó a todos los directores de las Unidades Académicas Multidisciplinarias y Facultades en el Estado.


Una vez cumplidos los protocolos arribaron al escenario el gobernador Américo Villarreal y el Rector Damaso Anaya en compañía de Olga Hernández Limón en representación de Luis Armando González Plasencia, Secretario Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior mejor conocido por su acrónimo como ANUIES y de María Plascencia, Secretaria General de la UAT.


Se mencionó algo muy poco común en una escuela de educación superior, al enfatizar que el compromiso del Rector Damaso Anaya no solo ha sido fortalecer la creatividad y honrar el conocimiento sino también acrecentar el humanismo al seno de la propia universidad. Esto me llevó a filosofar para entender a plenitud lo que percibí a lo largo del discurso, que trascendió mi apreciación de lo que eran los informes universitarios y que se limitaban a las actividades académicas y de investigación.


Primero que nada, tuve que acudir a buscar la definición puntual de este término que puso en la agenda nacional el ex presidente AMLO; y aterrice en mi entendimiento que el humanismo es una corriente de pensamiento filosófica, cultural y ética que pone al ser humano en el centro del universo, valorando cuatro aspectos relevantes en la vida: su dignidad, libertad, razón y capacidad para desarrollarse plenamente. Bajo esa óptica de humanismo escuché que previó al mensaje se presentó a la Señora Isolda Rendón de Anaya, quien es la presidenta de “Familias UAT”, un puesto que le da relevancia poco común a una esposa de Rector universitario.


Subsecuentemente la voz en off de Tranquilino hizo la presentación del Rector Damaso Anaya con las características palabras de lenguaje inclusivo, ese que no le agrada a Mario Vargas Llosa: “Las y los” “Ellas y ellos” “Estimadas y estimados” “Universitarias y universitarios”, pero no nos distraigamos del tema toral.


Una vez que Tranquilino terminó su introducción entró al escenario el Rector y antes de iniciar su discurso pudimos ver un breve video de la universidad con música ambiental de protocolo, una vez terminado el rector inició la narrativa de su primer informe rectoral apoyado con dos teleprompter.


Inició con la mención de varios axiomas de la enseñanza irrefutables, diciendo que, “La educación es un derecho y la herramienta más poderosa para transformar realidades, reducir desigualdades y generar oportunidades”. Arquee mis cejas porque me gustó el inicio. Pero siguió filosofando a la par que daba su informe rectoral. Dijo también que “La educación es un proceso integral que debe fomentar el pensamiento crítico, la creatividad, la innovación y sobre todo la conciencia social”. Aquí me llevó con sus palabras a un paroxismo académico y emocional, en ese orden por el contenido de atributos filosóficos con que inicio.


Y siguió derrochando filosofía: agregó que “La UAT es un espacio de conocimiento, inclusión, movilidad social y desarrollo sostenible”. Yo me acordé para mis adentros de las bodas de Caná que se mencionan en el evangelio de San Juan capitulo 2 y me preguntaba qué va a dejar para el final si nos esta dando el buen vino al principio.


Pues vinieron cosas grandiosas además de los informes en cuanto a los avances académicos, de investigación, deportivos y de carácter social. Cabe resaltar que en este último la UAT da un ejemplo de compromiso con la comunidad con una infinidad de apoyos a la comunidad en diversos rubros que le permiten a los tamaulipecos en todo el Estado contar con una asistencia social impecable.


Dio crédito al trabajo en equipo al mencionar que uno de los mayores aprendizajes fue que trabajando en unidad la UAT es más fuerte que trabajando cada uno por separado, aclarando que el espíritu de colaboración fue el motor detrás de las metas logradas. Dijo que gracias a este trabajo en equipo la UAT se ha transformado desde sus cimientos.


Me atrapó un momento, cuando el rector Damaso enfatizó y le dio marco a la creatividad artística de los alumnos cuando dio pauta para que se apagaran las luces del gimnasio y aparecieran ocho estudiantes universitarios en grupos de cuatro parejas con indumentaria de la típica cuera tamaulipeca cantando un remix de melodías propias de nuestro Estado y del país. Fue inevitable que brotara la emoción y el orgullo tamaulipeco en los presentes.


Me pareció que fue un mensaje con carácter académico, social y artístico, pero pudiera agregar que humanista y universal. Al final hubo dos intervenciones más, de la doctora Olga Hernández Limón por parte de la ANUIES de siete minutos y la del propio gobernador Américo Villarreal de quince minutos.


Me dio mucho gusto saludar al final a la alcaldesa de Nuevo Laredo, Carmen Lilia Canturosas; y puedo concluir sin temor a equivocarme que el rector Damaso Anaya enfatizó y proyectó con creces en su informe de poco más de una hora el lema de su alma mater: Verdad, Belleza y Probidad.


El tiempo hablará.

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