Nelson Terán, el cantante bohemio. (Historias de Matamoros)
Nelson Juvenal Terán Martínez, nació el 5 de noviembre de 1968 en la clínica del IMSS en la calle sexta en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas.
Hijo menor de Manuel Terán Carvajal y de María Antonia Martínez Ortiz, su padre oriundo de San Gregorio Cuautzingo, Estado de México y su madre de San Juan de los Lagos, Jalisco, dos municipios tan distantes que apriorísticamente era imposible que Cupido pudiera flecharlos, pero el obstáculo de la geografía fue vencido por la fiebre del algodón en Matamoros e hizo que el destino de ambas familias coincidiera en el ejido Control.
Es importante mencionar las raíces genealógicas de Nelson pues es justamente los miembros de su ascendencia quienes constituyen el alma de su prosapia y de su Historia, que sin ellos, su biografía no habría podido escribirse.
El amor comprometido a veces tarda, pero llega. Sus padres se casaron ya entrados en años, ella de 28 y él muy cerca de los 40. Se avecinaron en el poblado Control y decidieron tener prole: Manuel, Fernando, Alma Juliana (quien vivió solo dos horas), Carmina, Zulema (finada) y Nelson.
Su abuelo materno Don Refugio Martin, que después cambio a Martínez, por causas de fuerza mayor se vino en 1941 de Jalisco con todas sus mujeres, su esposa y tres hijas para trabajar en Algodonera Garza de velador. Fue un cambio que agitó toda la humanidad de la familia de su madre pues en un principio causo lágrimas y ansiedad, de vivir en Jalisco con ciertas comodidades, la decisión de cambio de residencia a un suburbio con menos servicios públicos y de una temperatura diferente y adversa hizo difícil la asimilación de la mudanza.
La abuela Concha, esposa de Don Cuco, Concepción Acela Ortiz Magdaleno, nunca se repuso del cambio de morada de Lagos de Moreno a Control, sin el menor de los empachos y también sin pelos en la lengua le recriminaba a su marido tal decisión diciéndole: “Si el mundo tuviera culo, ese estaría aquí a donde nos trajiste”.
Por otro lado, ocho años después, en 1949, a su padre, Don Manuel Terán, que trabajaba de mojado en California, le dan la triste noticia de la muerte de su madre, abuela de Nelson, en Cuautzingo en el Estado de México, quien decide asistir al velorio donde se encuentra a su hermano Fernando, quien para entonces era un médico haciendo su servicio social en el ejido Control; éste lo invita a mudarse a estas tierras, particularmente al Ejido el Soliseño del terrateniente Don José Solís.
Ahí Don Manuel ejerció varios oficios, fue dependiente de una tienda, también fue peluquero, y el inglés que aprendió en las piscas en California le sirvió para ser maestro de ese idioma en la primaria. Y cómo el destino fue tejiendo sin retrasos ni prisas el encuentro de sus progenitores, contaba su padre, que él mismo había nacido un 13 de abril, su mamá un 13 de junio, se conocieron el 13 de noviembre de 1955 y se casaron un 13 de octubre de 1956, mostrando con ello que el número cabalístico no es de mala suerte.
Don Manuel Terán Carbajal, padre de Nelson, fue escritor y cronista del Estado junto con Renato Vázquez. Autor del libro “Agua, Tierra y Hombre” que era el lema de la Secretaria de Agricultura, es también una semblanza de Eduardo Chávez Ramírez a quien pone como un personaje casi mitológico, quien tuvo mucho que ver con el desarrollo de Control. Con el paso del tiempo la figura de su padre también estuvo ligada a toda la vida de este ejido mencionado.
Esta crónica familiar tiene que ver con la existencia intima y pública que rodea la vida y el temperamento romántico de Nelson Terán y pretende revelar su carácter de vida con todo el relieve de un personaje activo de novela que tiene como centro y generador de emociones esta geografía que en un principio se mostro agresiva con su familia pero de la cual hoy Nelson esta orgulloso de haber formado parte, pues para él es de mucho orgullo haber nacido en Matamoros.
El tiempo hablará.
Este Historia continuara.
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