Historia de las elecciones a diputado local en Matamoros V.
La última elección para diputados locales en Matamoros en el 2021 volvió a coincidir con la elección para presidente municipal y con la intención de darle el contexto debido al momento histórico que se vivió es importante puntualizar todo el proceso electoral de ese año, de tal forma que para la elección de la alcaldía se presentaron, como nunca, nueve candidatos,
aunque la verdadera competencia fue entre Morena y el PAN, frente a un alicaído PRI que de acuerdo con la cruel frialdad de los números estaba más lejos que nunca de poder ganar dicha elección, amén de que mucho se dijo que su juego fue más de palero del PAN.
La competencia fue entre Gloria Iveth Bermea Vázquez por el PAN; Mario López por la Coalición “Juntos Haremos Historia en Tamaulipas” con Morena y PT; Pedro Luis Coronado Ayarzagoitia por el PRI; Mariela Rodríguez por el PRD; Víctor Barrientos por el Verde; Abelardo Ruiz por Movimiento Ciudadano; David Bedartes por el PES; Mónica Deiterman Tapia por Redes Sociales y José Enrique Lara de Fuerza por México.
La elección la ganó Mario López, quien obtuvo 26,802 votos más que cuando compitió contra Carlos García tres años antes, logrando obtener 107,296 votos, 33% más; Iveth Bermea del PAN, esposa del mismo Carlos García logró 11,609 votos menos que su cónyuge en la anterior elección, logrando en esta ocasión 51,208 votos, 18% menos; los votos obtenidos por el PRI fueron un diagnóstico que anunciaba un horizonte electoralmente lamentable, quizá hasta impensable once años antes en la elección de Egidio Torre. Peluco obtuvo 46,539 votos menos que Chuchín de la Garza cuando en el 2018 compitió contra el mismo Mario López y Carlos García, obtuvo solo 15,262 votos, 75% menos, síntoma de un futuro difícil.
Los demás partidos no salieron de sus mini resultados tradicionales, los pondré del mayor al menor: 3,592 votos del Verde, 3,562 votos de Movimiento Ciudadano, 2,249 votos del PES, 1,713 votos de Fuerza por México, 1,262 votos de Redes Sociales y 1,139 votos del PRD. Lo impresionante fue que la suma de votos de todos los partidos de oposición daba 79,987 votos, síntoma de la matemática electoral que indicaba el poder en Matamoros de AMLO, Mario López y Morena en esa elección.
Por el distrito 10 Héctor Escobar buscaba reelegirse por el PAN, contra Víctor Ríos por el PRI, Alberto Granados por Morena-PT y Eduardo Fragoso Reyes por MC. El triunfo fue para Morena con 32,336 votos contra 13,155 votos del PAN, Escobar lograba 3,081 votos más que el 2019 pero no le alcanzó; el PRI obtuvo 6,295 votos y MC 1,132 votos.
En el distrito 11 me tocó ser el consejero presidente y la competencia electoral se dio entre el carismático Daniel Sampayo por el PAN, el dinámico Alan García por el PRI, Leticia Sánchez Guillermo buscaba reelegirse por Morena-PT y Natán Abisaí Guzmán por MC. Sánchez Guillermo se impuso con 28,480 votos, 18,641 votos más que la primera vez que compitió. Sampayo por el PAN se quedó muy abajo con 12,013 votos, el PRI con Alan García llegaría a 3,341 votos, 408 votos más que Lupito Reyes en la anterior elección por el mismo distrito, de hecho, el Señor Reyes ha pasado a la historia como el candidato priista con la menor cantidad de votos en Matamoros, paradójico porque él se vendía como operador político para ganar elecciones, los mitos cayeron y callaron. Movimiento Ciudadano quedó en 1,100 votos.
En el distrito 12 el clan Salazar, como ya es tradicional en el PAN desde 1995, logró la candidatura para Beatriz Salazar, contra Nicolas Camorlinga por el PRI, Isidro Vargas por Morena-PT y Carlos González Ramos por MC. El triunfo fue para Isidro Vargas de Morena con 29,481 votos contra 16,018 votos del PAN, 6,323 votos del PRI y 1,233 votos de MC.
Atendiendo la evolución de los números en la historia de las elecciones en Matamoros podemos inferir que la razón de la pobreza electoral de la izquierda en años pasados a la ebullición del tiempo presente indiscutiblemente tiene un origen: Andrés Manuel López Obrador. Los partidos que habitualmente tienen poca votación es altamente probable que así seguirán mientras no aparezca un equivalente a este personaje que despierta pasiones a favor y en contra, pero que es determinante a la hora de las elecciones.
Lo que aprendemos de este relato político, electoral y matemático es que ningún triunfo y ninguna derrota es para siempre, los triunfos electorales se pierden básicamente por dos razones, uno es el desencanto del electorado en sus elegidos y el otro es la división entre los partidos, y si Morena tiene eso en mente es probable que haya 4T para rato en Matamoros, pero si las tribus no se ponen de acuerdo, siempre habrá un enemigo pequeño que se engrandezca y cambie la historia, verbigracia David contra Goliat.
El Tiempo hablará.
Comments